miércoles, 20 de julio de 2016

Tercio Macabro: Todo Mal puede estar bien


Extraños son los casos en que las cosas salen como se planearon: una vez definido un objetivo, el camino por conseguirlo está plagado de inconvenientes y traspiés. La virtud pasa por superar los problemas sin perder de vista el norte en el intento. "Tuvimos muchísimas adversidades y complejidades para llegar a concretar el proyecto", me dicen los chicos de la banda marplatense Tercio Macabro con respecto a su álbum debut, Todo Mal, que lanzaron en junio.

Les pregunto por qué el título de la placa y me dicen que les llevó dos años de trabajo intenso con muchos "Todo mal" en el medio que, finalmente, pudieron transformar en "todo bien". La disputa es entre una mitad de tinte negativo y una mitad positiva, ahora triunfante, que pertenece a la música que conforma el elepé.

Tercio Macabro se fundó en el verano de 2010. Dos años más tarde es cuando la banda encontró su "formación definitiva e imposible de reemplazar": Cintia C, en guitarras y voces, Mariano P, en bajo y voces, y Diego B, en batería y voces. "Pasamos por todo: grabación de un EP, recitales, viajes, cervezas y jornadas de composición. Anduvimos de recital en recital, de festival en festival".


Dos mil catorce fue el año en que el trío tomó la decisión de plasmar en un cedé lo que hace cuatro años venían gestando. Las grabaciones se llevaron a cabo en dos estudios de la ciudad. Rock fusión es como definen lo que tocan.

¿De dónde nace la fusión de tantos elementos en su música?

"Nace de nuestra interacción, de nuestra energía y de un deliberado no ponerle límites a lo que nos sucede. Tenemos el rock como una guía infalible, pero nos atraviesan todos los géneros y, en esa interacción, sale nuestra propia versión de cada cosa. No le tenemos miedo a la cumbia, al funk, al metal, al blues o a lo que nos salga. Podemos responderte con claridad que esa fusión nace por sí sola y no de un esfuerzo planeado. Es un poco de nuestra propia locura. Nos dedicamos a agarrar elementos de muchos lugares y con la energía del rock transformarlo en algo nuestro".

Todos esos elementos conviven pacífica y maravillosamente en los nueve temas que componen el disco. Casi una hora de fusiones y progresiones que no pierden el ritmo y el buen gusto. De estar cabeceando al ritmo de guitarras bien pesadas a bailar con una cumbia sabrosa hay sólo unos minutos de diferencia. Que no suene desubicado es signo de que la amalgamación de factores fue un éxito.


La banda no conoce de límites, ni a la hora de componer, ni a la hora de diagramar una gira para promocionar su trabajo. En el momento que escribo estas líneas, Tercio Macabro está empezando con una serie de recitales en Europa, con Berlín, Alemania como punto de partida.

¿Cómo es que consiguieron abrirse al mercado europeo?

"El 'Tercio Euro Tour' empieza por iniciativa propia. Sentíamos que nuestra música daba para buscar otros lugares, otra recepción, y decidimos darnos la oportunidad de hacer que se mueva. Todo el viaje está autogestionado: vuelos, alojamiento, recitales, equipos, sponsoreos. Todo está armado a pulmón, llamando, moviendo contactos, mandando e-mails. Tuvimos muy buena onda con empresas de trenes, hostels y marcas de instrumentos y equipos que se coparon con nuestra propuesta y auspician parte del viaje".

Su "deseo insaciable" de moverse los llevará a recorrer, además, Londres, París, Barcelona, Bruselas y Ámsterdam. Para ellos significa "un desafío y una alegría enorme" poder llevar su música a estos destinos y consideran que "poder viajar como Tercio Macabro y llevar los instrumentos al hombro es algo genial".



Acompaña a la música un muy buen trabajo vocal: Cintia y Mariano poseen un rango extenso que los posiciona muy bien en la amplia paleta de géneros que interpretan. Acorde a eso, cantan líneas directas y claras sin dejar de lado el parafraseo con otros músicos o hechos históricos.

¿Qué buscan transmitir con lo que hacen y sus letras punzantes?

“Hacemos música fuerte, rock enérgico y creemos que esa "punción" se transmite desde el sonido y la letra. Muchas veces pensamos nuestras canciones como viajes, otras como historias (Marcianos I y II, por ejemplo, tienen una correlación). Hay una alternancia de momentos muy extremos, explosivos y variados”.

La transición de climas en el disco es crucial para que escucharlo de principio a fin sea agradable. Que esto se logre es un aspecto vital para la trascendencia de un trabajo: la integridad de todas sus canciones.


Fideos con tuco es la trompada inicial, directa y seca que nos despabila para estar atentos a todos los detalles. Marcianos I lleva la misma dosis de distorsión, con más carga progresiva y "la visita de unos tipos raros". Mijail pone el doom al día y nos ofrece lo más pesado del disco para servir de prólogo a la siguiente canción. Mi espejo es uno de los puntos fuertes de la placa: buena voz y lírica, ritmo incansable, influencias folclóricas y bajo líder. Puertas M o V suena bien exótica a base de triadas y gracias a las escalas utilizadas; posee las partes vocales más pegadizas en idioma francés. Marcianos II es la más transgresora: derriba todos los límites genéricos y pasa de las partes más reflexivas a un ritmo bien tropical con letras alejadas de toda elegancia. Flu es una pieza instrumental con las melodías más alegres del álbum de la mano de la guitarra protagonista. En patas, la de mayor minutaje, es la que más sabe de matices: la tranquilidad cuaja perfecto con la voz de Cintia que narra una separación metafórica; la electricidad vuelve cuando las cuerdas toman la posta. My Fault concluye el disco con un formato más tradicional de canción – temazo - que, como el nombre en inglés lo dice, tiene la culpa como eje.

¿Cuáles son los planes de Tercio Macabro luego de la gira?

“Cuando volvamos de Europa queremos encarar una gira similar para hacer circular "Todo Mal" por el país. Ya tenemos propuestas para visitar La Plata, General Pico (La Pampa) y Mendoza”.

Al principio de la entrevista me dijeron que, con esta odisea de la grabación, se habían acostumbrado a resolver problemas a diario. Ahora que estamos terminando, otra declaración me deja en claro que su ambición va más allá: “Estamos comenzando una nueva etapa de composición que, seguramente, nos lleve a concretar un segundo disco. Pero falta aún, no tenemos ningún apuro y queremos disfrutar este primer monstruo”.


miércoles, 22 de junio de 2016

1915: del viaje rural al disco Dual


La casa del abuelo está en el medio de la nada, en el medio del campo y sin vecinos a su alrededor. Es un pueblo muy chico en la localidad de Santa Coloma, provincia de Buenos Aires. Su nieto, Jeremías Alegre, es músico. Toca la batería en una banda que se llama 1915 y coincidió con sus compañeros en que ese hogar, su soledad y su intimidad, era el espacio perfecto para dedicarse a componer la música de su primer álbum de estudio.

"Fue un viaje que nos marcó fuertemente, no sólo en la música y el sonido de 1915, sino también en las historias y anécdotas que nos llenan de los mejores recuerdos", dice Cruz Hunkeler, guitarrista y vocalista de la banda.

Dual es el nombre de la placa y se estrenó a fines de mayo. Se puede apreciar en los finos arreglos e impecables interpretaciones que hay algo más que canciones. En las fusiones de géneros que hacen, existe una cohesión como banda que hoy escasea en el mercado. La explicación puede estar en la aventura introspectiva que antecedió a la grabación del material.



¿Cómo definen su estilo?

"Definirnos es muy difícil desde que empezamos a componer la música que conforma Dual por los innumerables estilos que insinuamos. Ya no nos preocupamos por etiquetar a la banda en sí, sino que nos referimos a los géneros musicales como “paletas de colores” que nos ayudan a identificar el sonido que queremos lograr. Sin embargo, si tuviéramos que poner un nombre sería el rock alternativo. Fusionamos distintos estilos: pop, rock progresivo, música disco, funk y todo teñido de algún tipo de psicodelia, sintetizadores y guitarras manipuladas con efectos.  A veces entre nosotros decimos que hacemos Prop (mezcla de progre y pop), pero verdaderamente solo nos gusta como suena."

En las once pistas se escuchan todos estos colores y más. La nitidez de cada instrumento es la principal causa de que esto se cumpla. Pueden sonar masivos y nunca perder la prolijidad. Las teclas de Federico Norzi crean enormes atmósferas, el bajo de Alejo Freixas es inmutable a lo largo de todas las canciones, la batería de Jeremías Alegre tiene un sonido profundo y la voz de Cruz Hunkeler se amalgama con su guitarra de manera magistral. Cada agregado aporta al producto final.

En algunas canciones se utiliza una sección de vientos, ¿siempre fue una prioridad para la banda?

"No. Nos costó mucho salir de la formación original, siempre hubo menciones y debates en la mesa sobre la posibilidad de incluir vientos, cuerdas, más sintetizadores pero nunca se hizo real hasta la grabación del disco. Afortunadamente su inclusión resultó mejor de lo esperado y hoy en día es una prioridad para las presentaciones del disco."

Dual comenzó a trabajarse en diciembre de 2015 en Estudios Infire, donde se grabó en forma conjunta y en vivo todo el material. Sobre esas tomas se agregaron las guitarras y sintetizadores en Estudios Mallorca, ya con el productor amigo de la banda, Seba Morel, y por último se trabajaron las voces en Machete Música.


¿Qué es más importante en las canciones de 1915: el qué o el cómo suena?

"Creo que ambas son igual de importantes y están relacionadas. Cada canción tiene una finalidad en el sentido estrictamente musical, pero necesita de un desarrollo tímbrico desde el lado de la producción para volverse la mejor versión de sí misma. Los dos aspectos son necesarios para lograr la identidad, no sólo de 1915, sino de la música contemporánea en general."

Destacar una canción sería de mal gusto. La gracia de un disco como Dual es escucharlo de principio a fin. A lo largo de sus treinta y siete minutos hay muchos condimentos para degustar: Sur es un dance ochentoso, con vientos, sonido de bata y bajo acordes a esa atmósfera y una guitarra espacial. El gede empieza bárbaro con una contestataria letra, acompañada de un clima funk y soft de la mano de buenos sintetizadores y un solo de guitarra acorde al clímax que la canción requiere para su cierre. Dual es bien psicodélica y posee un ritmo irregular riquísimo que hacia el final de la canción ya nos resulta convencional.

Desayuno, con sonido electrónico, cumple el papel de prólogo de lo que sigue, o quizás epílogo de lo que sonó. Arranca la segunda parte con Z: se vuelve al confort y el rol de los vientos a primer plano. Crecen los teclados y la sección rítmica es puro éxtasis. Todo bien marcado y ajustado al bombo.



Punto final es dueña de una rítmica progresiva notable con viola y teclados al unísono. De repente todo es calma, entra la voz y la armonía. El final nuevamente nos deja con la verdad absoluta de que es un temazo.

Búfalo, instrumental, puede ser la mejor pista. Es la que sube los decibeles de una vez por todas y en la que la sucesión de riffs nos vuela el cráneo. Donde los cuatro integrantes se lucen como banda haciendo sonar simple algo complejo.

En #23 vuelve la locura y los reversos. Genera incomodidad por sus miles de sonidos: nos sitúa en un lugar confuso, enfermizo y maravilloso al mismo tiempo. El de mejor producción sonora.

Merienda es una delicada pieza instrumental en la que la guitarra lleva la posta. Da entrada a la última canción: Del sueño. De la nada, así como por arte de magia nace la voz de Hunkeler y una base bien al estilo de Rage Against The Machine. ¿Qué pasó acá? Una pieza digna de cerrar un disco renegado que detesta anclarse en un estilo.

¿Cuáles son los planes de la banda en el futuro inmediato?

"La idea es hacer llegar Dual a todos los lugares posibles. Junto a trabajo de prensa, la herramienta principal será el show en vivo: de acá a fin de año tocaremos una o dos veces por mes.

Algo que nos encantaría hacer es una gira gasolera en el verano por los balnearios de Buenos Aires. Mar del Plata es el más popular, por lo que no podría faltar. Si no es el próximo verano será el siguiente. Si recibiéramos una invitación previo a eso, no dudaríamos en ir."

martes, 10 de mayo de 2016

Peces Raros: Parte de un mal sueño

Encerrar a una banda en un género es algo anticuado. Comparar los sonidos con algún otro conjunto o describir a qué suenan para hacer entender a la otra persona por qué tiene que escucharlos es lo más correcto. De una u otra manera hay que convencerla. Por esto, por esto y por esto te va a gustar.


En Peces Raros hay sintetizadores al palo. Dos violas muy procesadas que nunca se pisan, que cada una es independiente en su camino de sencillos fraseos. Y la batería firme y el bajo zarpado en groove conforman la pareja perfecta de la banda. Tienen respiros de indie, alma electrónica y pasión sonora.

Son de La Plata y lanzaron hace poco su segundo disco: Parte de un mal sueño. Suena tan bien que asusta el crecimiento de este cuarteto. Todo tiene su lugar. Todo se escucha. Y lo mejor: contiene muy buenas canciones.

Son expansivos y masivos. Los graves de toda la mezcla hacen mover a cualquier esqueleto. Incluso es así en vivo. Hace unas semanas cuando se presentaron en Mar del Plata despertaron varios pogos extasiados de adrenalina.


El contraste entre lo enérgico de la música y las voces agudas y particulares de Lucio Consolo y Marco Hugo Viera es otro rasgo distintivo de Peces Raros.

Pareciera que su zona de confort son los temas bien arriba, más complejos y movidos, pero también se manejan muy bien en lo calmo. En este último trabajo Aunque me digas que no es el claro ejemplo de eso. Saben de matices, tan fundamental para que una banda funcione.

Es injusto elegir la mejor canción del álbum, pero hay secciones bien marcadas. No puede haber mejor comienzo que Rio Rhin. Esa locura provoca que no podamos despegar la oreja por la siguiente media hora. En el medio tenemos a Clericó, poderosísima interpretación y una de las que más enganchó al público. Y para terminar está Héroes del bar, quizás el momento más reflexivo que, con ese final casi abierto, no podemos no darle play otra vez.

La única forma de que te convenzas será, ni más ni menos, que escuchándolo. Subí el volumen, levantante de la silla y después me contás.

Las fotos pertenecen a Luciana Demichelis del recital de Peces Raros en Liverpool Bar, Mar del Plata