lunes, 17 de agosto de 2015

Destino Incierto - De Mi


14/08/15 - La banda marplatense, Destino Incierto, presentó su tercer álbum de estudio, De Mi, en Abbey Road. Con todas las mesas ocupadas y mucha gente parada, tocaron en su totalidad el nuevo material. Hubo covers e invitados. Una hora de música de un conjunto que parece finalmente haber encontrado el camino, el estilo y la forma.

Era la hora 22 cuando las pantallas a cada lado del escenario reprodujeron el estreno del video oficial de la canción homónima de De Mi, el primer corte difusión. Luego de eso se abrió el telón para dejar ver a los músicos, ya dispuestos para comenzar con el recital. Su rock, duro por momentos y melódico por instantes, estaba listo para sonar.

Sin alterar el orden, tocaron todas las nuevas canciones: Tu Poder; siguió Vida, una de las más pesadas y densas del disco; Esta vez; Siento y la balada Pensado Para Vos. Interrumpieron el set para interpretar Juego Perverso, para luego retomar con la nueva versión de Vívelo; el cover de Cicatrices (Papa Roach) junto a Natalia Nekare, que con su voz llevó la pieza a otro nivel de emotividad; y Pánico, la primera que Max Montagna -líder y cantante- escribió para este disco, que trata sobre sus ataques en un tiempo pasado de crisis; una de las mejores.


Llegó el turno de N.E.W, la canción de mayor potencia del repertorio, la más eléctrica y con el mejor estribillo. Luego tocaron un medley compuesto por distintos riffs famosos, entre los que destacaron Iron Man, de Black Sabbath, Beat It y Smooth Criminal, de Michael Jackson, entre otros. El momento para lucirse de los violeros. Los aplausos aún se escuchaban cuando comenzó Sueles Dejarme Solo, de Soda Stereo, a modo de homenaje a Gustavo Cerati.

Se presentó a los músicos: Martín Monge -bajo y coros-, Martín Dichiera y Facundo Goyca -guitarras- y Osvaldo Fulco -batería-. Junto a ellos estuvo Rinton, la voz de Pino, quien también se encargó de los sintetizadores. Montagna llamó al escenario al productor del disco, Andy D'Amico, para tocar Hoy, una de las canciones más famosas de la banda. Y terminaron con De Mi. Todo como empezó.

Una noche de la que los integrantes de la banda deben sentirse a gusto. La voz más clara y prolija que nunca. Los solos de guitarra muy buenos. La batería sonó excelente, como es de costumbre en Abbey Road. El bajo poco audible esta vez, pero Monge se rehizo con buenos coros. Y los invitados más que a la altura. Potencial de sobra para lo que viene.


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